A diferencia de otras bebidas fermentadas como el vino o la cerveza, esta hidromiel se caracteriza por su suavidad y su versatilidad. Gracias a los ingredientes utilizados y a un proceso de fermentación controlado, podemos encontrar esta hidromiel de gusto suave y color ámbar. Debido a sus matices y sabores que evocan la miel es una bebida perfecta para maridar con distintos platos o disfrutarla sola como una experiencia sensorial única.